rituales de primavera

Desde afuera el olor a humo salía como si en su interior hubiera un volcán y aunque en un principio era algo molesto, pronto te acostumbras a el. Entras y te sorprendes, a pesar de la música que no te deja escuchar ni a tus propios pensamientos,pocas personas parecieran notarla, hablan, se ríen, se observan y beben gran cantidad de líquidos de distintas especies que, mas tarde notamos, los transforman en personas completamente distintos.

Del cielo puedes apreciar las estrellas, son cuadradas y de colores tan diversos que pareciera que en su interior un arcoíris brilla. La luna por su lado manda cientos de destellos de luz que hacen que te marees si estas mas de unos segundos mirándola, y la vez tan cerca que podrías tocarla con un salto. Si no fuera por las estrellas y esa gran luna creerías que la noche habita en aquel lugar. Es como una boca de lobo.Poco a poco llegan más personas, es como una peregrinación. Cada grupo que llega pertenece a una tribu distinta. Pareciera que solo salen de sus escondites para estos acontecimientos, puesto que en mi caso personal difícilmente los he visto en otra ocasión. Todos tan únicos y tan iguales a la vez, maravillada observo el desfile de sujetos. Como en todo ritual infaltable son las vírgenes en sacrificio, sin embargo en este exótico ritual creo que nadie podría asegurar que las “reinas” de esta noche son castas y puras, pero la verdad que como este ritual se sale de todos los parámetros de lo que podríamos considerar como un ritual habitual no creo que a alguien le importe aquello. Todos los asistentes parecieran un poco asustados, o mas que eso ansiosos, pero nadie se mueve se su sitio. De repente la música cambia el hombre que maneja la música ha cambiado el ritmo del ritual. La gente se mira entre si, algunos gritan como felices, eufóricos. Nos asustamos. Pareciera que el cambio del ritmo es la señal que esperaban para dar inicio al ritual. Corren, se juntan en grupos de, tres, cuatro o incluso solos. Ya nadie se mira, todos cantan, saltan se ríen, algunos sacan sus inciensos que se mezclan con el olor del lugar volviendo en momentos el aire demasiado espeso. No entendemos nada.

En medio de cada grupo hay una especia de fogata, que no encienden, pero bailan a su alrededor, asumimos que una especie de tótem que delimita la cercanía de un sujeto con otro, ya que en algunos casos aquella especie de fogata era inexistente y sus miembros bailaban muy de cerca al ritmo de la música ceremonial, incluso llegando a besarse aunque pertenezcan a tribus distintas, pareciera ser que el ambiente hace a todos iguales, en fin y al cabo todos están ahí por las mismas razones: el ritual.

Notamos como había ritmos para cada ocasión, siendo algunos mas pausados. Mi compañero me dijo que los ritmos mas lentos era utilizados para que los miembros pudieran entrar en transe, lo cual comprobé era verdad ya que durante estos lapsos la mayoría de los asistenteS cerraba sus ojos y se movían de manera muy lenta como si soñaran despiertos. Ahí están todos esos hombres y mujeres en transe, y sin mayor aviso el ritmo vuelve a cambiar, a lo lejos alguien nuevamente grita y todos vuelven a moverse de forma errática como absortos el la música.

Notamos como todos están felices y como disfrutan el estar ahí pero luego de unas horas llevando a cabo las danzas ceremoniales algunos no resisten y deben detenerse y descansar algunos momentos. Por otra parte hay un gran número de asistentes que pareciera no estar lo suficientemente preparados para las exigencias de la ocasión y por causa de los líquidos que ingieren son incapaces de moverse quedando en muchos casos tirados sin que a nadie le importe. Probablemente sea algo cotidiano. En su contraparte pareciera que para algunos las pócimas solo les ayuda a entrar de mejor manera en los transes pareciendo casi poseídos, lo que nos asusta bastante en algún momento, o en los casos mas favorables sirve de catalizador para quienes aun intimidados por la masa no se atreven a integrarse.

En el clímax de la noche todo el lugar esta repleto de asistentes, sin embargo notamos como el ritual va llegado a su fin. Poco a poco la gente va dejando el lugar, es como si presintieran que el sol luego saldrá. Con un ultimo tema ceremonial todos saben que el ritual a concluido, todos miran hacia donde esta el hombre que maneja los tambores, se mueven lentamente, a estas alturas a muy pocos les quedan las energías para poder seguir moviéndose. Concluye el tema y el sol sale sin previo aviso, todos corren hacia sus respectivas tribus,vuelven a su realidad. La cual para estas alturas esta un poco mas desastrada luego de que llevaran horas danzando. En cosa de minutos todo el lugar queda despejado, las tribus se marchan llevándose a los caídos durante la ceremonia, todos van lentamente como zombis y ya nadie se reconoce aunque durante el climax de la ceremonia estuvieran saltando juntos como una sola gran masa o incluso estuvieran besandose gran parte de la noche. Termina todo y nosotros estamos contentos de poder haber salido sanos y salvos de esta experiencia.

estando en el anden del metro siempre tengo la sensacion de que podria desmallarme y caer a las lineas del tren