Creo que tú y yo estamos locos. No, en realidad creo que eres solo tú.

¿Recuerdan la historia de mi radio?, bueno la verdad no importa si no la recuerda o les da flojera bajar y leer la publicación anterior anterior a esta, el punto de la radio era que esta se había echado a perder por un estupido descuido de mi parte, y mi hermano no la había arreglado a pesar de lo mucho de mi insistencia y de las amenazas de secuestro a su polola. En fin un día decidí meter manos en el asunto y arriesgarme por última vez con mi radio sin esperar mucho la verdad.

Gracias a Alá, mi amada radio mágicamente, y sin mucho problema o golpes, comenzó otra vez a funcionar. Mi felicidad fue tal que casi le di una fiesta de bienvenida por su resurrección, por fin, y luego de mucho tiempo, volvíamos a lo de antes: ella entreteniéndome y yo agradeciéndoselo profundamente.Pero no todo podía resultar tan fácil y tarde me di cuenta de que las cosas nunca volverían a ser lo mismo entre nosotras.La radio volvió a funcionar, pero ahora esta funcionaba cuando a está se le antojaba, a veces prendía y otras cuando no tenia ganas me dejaba en silencio, otras cuando me aburría la programación que tenía yo la apagaba y prendía mi mp3 que en la ausencia de mi radio se había transformado en un entretenido acompañante. La verdad yo seguía intentando que esta funcionara como antes, por eso de vez en cuando la volvía abrir tratando de encontrar la real falla que la había dejado como estaba, pero como no soy una experta en el tema a veces solo terminaba empeorando las cosas, y terminaba quemando alguna pieza que no la hacia funcionar por semanas lo que me hacia sentir mas culpable o solo terminar odiando.

Hace un par de días comencé a resignarme. Esta bien la radio, ya no era como mi antigua radio, ósea era igual por fuera pero en el fondo no era MI RADIO, y con mis pocas capacidades técnicas y las cosas que había quemado, sacado o puesto con la idea de un mejor funcionamiento dudo que funcione algún día como lo hacia en una mejor época. Después de mucho meditar me di cuenta que habían varias opciones que podía tomar con la radio. Por una parte estaba el seguir intentando puesto que la esperanza es lo último que se pierde, pero la verdad esta fue la primera opción que deseche, pues como antes mencione mis “actitudes técnicas” o mejor dicho mi falta de actitudes parecían haber dañado más la radio que arreglarla. Por otra parte estaba el hecho de aceptar a mi radio como estaba ahora y eso intente durante un tiempo, pero no era lo mismo, ya nada era lo mismo con ella, por eso tome la tercera determinación y la que más me costo: apele al olvido. Si, puede sonar extremo, pero piensen ustedes: mi radio a la cual quería en demasía, la cual me había salvado de tantas tardes aburridas, en la cual había escuchado tantos programas entretenidos, tantos especiales, conciertos, entrevistas, etc., etc., etc. Ya no seria como era antes, esta nueva radio era una desconocida y no pasaba de ser eso, por lo que aunque sea algo complejo prefiero recordar como era mi antigua radio que tratar de reparar lo que a todas luces no parece tener remedio.

pd: tu lo entenderias ¿no?

Terror aéreo


Todo el mundo tiene alguna cosa o persona que le produce un miedo a tal extremo que termina odiándolos, ejemplos de estos hechos se encuentra pobladísima la historia. En fin no es con respecto a la historia de lo que les quiero hablar, mi tema hoy es sobre las cosas a las cuales tememos y odiamos. La verdad es que en una tarde de meditación a causa de la falta de panoramas veraniegos me puse a buscar cosas a las cuales temiera y que a causa de solo un temor terminara odiándolas. Si bien encontré varias cosas que odio o temo, no encontré nada que reuniera esos “requisitos” hasta que llego la noche y cuando me acosté a dormir luego de un día no tan agotador la verdad, me di cuenta de que había una polilla en mi pieza!!!!!. Quizás para muchos no pase de un simple bicho con alas que no hace nada, pero para mi es como si el mismo diablo estuviera volando en mi pieza. Como la verdad era bastante tarde y despertar a mi hermano o a mi papá para que la sacaran era un caso perdido, me resigne a dormir tapada hasta la cabeza, aunque el calor de la noche era sofocante, todo eso para evitar que mi adorable compañera nocturna en una pirueta aérea cayera en mi cráneo. Luego de pasar una noche como las reverendas, en la mañana me levante rápido por si aun estaba por ahí escondida. Si quizás ustedes pensaran: pero vamos que niña tan llorona, pero yo no alego contra la gente que le teme a las arañas, ratones y tantas cosas mas, en fin de todo hay en la viña de los temores y cada loco con su tema o temor.

La verdad mi temor podría resultar algo irracional ya que nunca me ha pasado algún accidente con alguna polilla, al menos que yo recuerde, o quizás fue tan traumático que lo borre de mi memoria. El punto es que de solo pensar en esos bichos la piel se me pone de gallina y quiero salir corriendo del lugar enseguida, quizás es por su color, su aspecto que no se ve muy agraciado la verdad ya que no son como las moscas por ejemplo que son pequeñas, NO estas cosas son grandes, gordas, plomas, peludas haaaaa!!! Que miedo!!, si, lo asumo soy una discriminadora con las polillas, pero la verdad respeto la vida de todos los seres vivos, pero a estas cosas les deseo la muerte, ósea no a todas solo las que se meten en mi pieza o en cualquier parte donde yo este, pues cualquier lugar es pequeño para estar juntas.

El funeral


Todo el mundo tiene algo o alguien muy preciado que de un día para otro se pierde repentinamente dejando un vacío profundo en nosotros, lo peor de todo es que uno nunca le toma la real importancia de estos entes en nuestras vidas, por lo que terminas sintiéndote profundamente culpable. Esto me sucedió ese desastroso domingo de enero.Ese día comenzó como cualquier otro domingo, es decir, FOME como son los domingos normalmente, y nada hacia parecer que esto cambiaria, la verdad es que mi plan de acción era dormir gran parte del día puesto que el sábado me había quedado hasta tarde viendo una obra de teatro y luego una película en la casa de la cochayuyo (nada como una dosis de película romántica para equilibrar las emociones del teatro). Por lo que si hay que buscar un culpable, el sueño seria ese. Cuando llegue a mi casa a eso de las… ¿12 del día?, estaba ahí, esperándome como siempre, lista para darme un rato de agradable entretención para pasar el rato en que tenia que esperar el almuerzo. Todo iba bien, sin ninguna mala señal, todo estaba como la última vez que nos habíamos visto. Luego del almuerzo de desato la tragedia. Como necesitaba reponer las energías perdidas el día sábado me dispuse a llevar a cabo mi plan y subir a dormir una agradable siesta, la encendí, si, por si no lo habían notado hablaba de mi radio, pero ya se veía algo mal, solo encendió unas luces, luego de apretar de forma algo histérica un par de botones, puesto que a causa de mi falta de sueño ya no tenia paciencia para lidiar con la tecnología, mucho menos con la tecnología ya que la verdad no pegamos ni juntamos. Como les decía debido a que la cosa no se dignaba a funcionar decidí no calentarme más el cráneo y dejarla ahí hasta que se le pasara la maña y funcionara como debía, así que me tire a dormir sin pensar más en el asunto. El problema vino unos minutos mas tarde cuando dentro del estado de semiinconsciencia comencé a sentir un fuerte olor a quemado, desperté enojada la verdad pues tenia mucho sueño, y ahí estaba mi pequeña radio humeando. Lo primero que pensé fue: ¿que le pasa al mundo que no quiere que una simple mortal pueda dormir una siesta como la gente?, en fin me pare y fui hasta la radio. Como normalmente se me queman las cosas de este tipo como: secadores de pelo, jugueras, planchas de ropa, planchas de pelo, lámparas etc. etc. etc. Y luego de que humeaban un poco al rato volvían a funcionar, decidí que lo de mi radio no era algo por lo que debía preocuparme demasiado, así que a pesar del molesto olor ha quemado que quedo en la pieza seguí durmiendo.



CULPA!!! Cuando ya mi sueño había sido acallado, me dispuse a volver a encender la radio para ver si ya se había “enfriado”, pero esta vez la radio ni siquiera se digno a humear, ahí fue cuando me empecé a preocupar de verdad. Baje donde mi hermano, que es el técnico de todas las cosas que se echan a perder en mi casa desde una tuberías hasta el cargador de pilas, y le pedí que la revisara, pero el al igual que el resto de los técnicos del mundo tiene el mal del: “dale, déjalo ahí te lo arreglo “de inmediato”, pero la verdad es que ese de “inmediato” puede variar desde horas, días, semanas, meses e incluso años, por lo que espere , espere y espere, la verdad es que aun espero puesto que lo único que me dijo mi hermano es que aun no puede ni siquiera abrir mi amada radio y revisarla puesto que no tiene el destornillados necesario para eso. Toda esta tragedia sucedió hace más o menos dos semanas, y me ha dejado pensando más de una cosa. En primer lugar, si la hubiera llevado al “medico” (el técnico, mi hermano) a tiempo, quizás ahora la tendría funcionando y no ahí en mi pieza mirándome estática y sin su entretención, por otra parte no me había dado cuenta de su aporte en mi life, bueno, si, lo acepto es solo una radio, hay cientos de ellas, pero esta me acompaño en todo mi año de trasnoche, mis tardes de aburrimiento y además esta en mi casa desde que tengo uso de razón por lo que además con lleva un factor sentimental mas profundo , por eso aun siento culpa por no hacer nada antes de perderla parece de forma definitiva puesto que hasta el día de hoy mi hermano no la ha arreglado y mi mamá como la ve solo como un cachureo en mi casa pretende botarla sin tomar en cuenta un segunda opinión, para ella esta mala y fin del asunto, o del aparato la verdad. Todo esto me ha llevado a pensar en medidas extremas como por ejemplo secuestrar a la polola de mi hermano e intercambiarla por el arreglo de la radio o secuestrar a mi hermano y solo liberarlo hasta que arregle a la bendita radio.En fin mientras tanto tendré que conformarme con mi pendrive que nunca será lo mismo.